Los factores de riesgo siempre están presentes en nuestro intercambio de servicios con nuestros clientes. Es por ello que debemos centrarnos en encontrar relaciones e intercambios de calidad, pero, ¿los buenos clientes nacen o se hacen?
Descúbrelo hoy junto a Accountax.
Esta pregunta se puede responder si llevamos a la práctica la herramienta de segmentación y monitoreo de nuestros clientes para conocer mejor sus actividades.
La segmentación a través de factores de riesgo nos permite agrupar y evaluar características de los clientes que pueden indicarnos sesgos en la información, o bien, señales de alerta que pueden darnos las herramientas para poder proteger la reputación y manejo de la empresa.
El riesgo del cliente determina cual es el tratamiento que se le debe de dar al cliente de acuerdo a su
evaluación y posterior puntuación. A partir de este diagnóstico, podemos llevar a cabo un plan de acción llamados mitigadores para reducir la exposición al riesgo.
Factores de riesgo
La segmentación y monitoreo de nuestros clientes se guían por diversos factores de riesgos de lavado de dinero o acciones ilícitas. Para ellos, debemos tomar en cuenta los siguientes indicadores:
• Tipo de cliente: debemos investigar a fondo su perfil y sus relaciones.
Son los rasgos que definen quién y cómo es el cliente en su entorno.
• Nacionalidad: Si la entidad o persona es extranjera, existe un riesgo mayor de lavado de activos a que si fuera un residente temporal o ciudadano. Esto es debido a que
no tiene vínculos duraderos con el país y puede cometer ciertos actos por la flexibilidad que tiene para ir de un lugar a otro.
• Ubicación geográfica: debemos guiarnos por
ubicaciones geográficas de mayor riesgo de lavado de dinero, especialmente en las cuales se dan las transacciones y pagos.
• Actividad económica: aborda los
productos y servicios que presentan riesgo, y los comportamientos fiscales que presenta el cliente.
• Otros factores: podemos evaluar materias como canales de distribución, valor del producto o servicio, entre otros.
Estos factores nos presentarán indicadores acerca de una puntuación de riesgo en respecto al cliente. la organización evaluará dichos indicadores y ayudará a esclarecer la toma de decisiones para asociarnos con un cliente o no, o incluso para establecer en caso aplique un reporte de Transacción Sospechosa -RTS-.
Este puntaje puede ser bajo, medio o alto en cuanto a riesgo de lavado de dinero o delitos financieros.
La calidad del cliente y nuestras herramientas
Con la reputación de nuestra empresa en juego, este proceso de monitoreo debe ser meticuloso. La pregunta correcta no es si un buen cliente nace o se hace; la
verdadera pregunta es qué tan buenas relaciones podemos construir con clientes de calidad. Si podemos identificar un buen cliente, tenemos la clave para edificar un intercambio exitoso y seguro para nosotros.
Siempre va a existir incertidumbre al momento de iniciar una relación comercial con algún cliente, pero el monitoreo y los factores de riesgos
son herramientas a nuestro favor para determinar la veracidad de con quienes trabajaremos. La confianza en nuestro cliente es fundamental. Por ello, debemos seguir de cerca su actividad y perfil económico.
Nuestro modelo de evaluación de riesgos por ello debe ser sencillo, adaptable y lógico.
Su información actualizada nos garantizará una evolución en las puntuaciones que nuestro cliente presente. Además, nuestro personal debe conocer esta herramienta y educarse para su correcta ejecución.
Cumplimiento a los requerimientos de información
Debemos tomar en cuenta de que la información recopilada nos servirá para identificar el problema y monitorear a cerca a nuestros clientes. Por ello,
nuestra información debe ser verídica y comprobable.
La segmentación y procesos de monitoreo de riesgo nos permite identificar a nuestros clientes, por lo que debemos sistematizar lo más posible nuestro modelo de evaluación de riesgos.